Para evocar una imagen sobre Bernal, uno de los pueblos icónicos del estado, se puede sugerir la del Viejo Oeste a la mexicana. Es decir, la de un pequeño pueblo con construcciones pintorescas, clásicas, con pequeñas calles y con vegetación semidesértica.
Este pueblo se encuentra a poco más de 50 kilómetros al noreste de la capital del estado, en el municipio de Ezequiel Montes, y colinda hacia el norte con la Sierra Gorda. Su ubicación es perfecta para pasar un fin de semana en familia o con los amigos.
Este pueblo ofrece una rica gastronomía de la región como el pan de queso, gorditas, guisos de nopales, dulces típicos y una variedad de vinos. Sin embargo, uno de sus atractivos, que es un auténtico imán para los turistas de la región y extranjeros es la Peña de Bernal.
Un monolito de altura
La Peña de Bernal es considerada el tercer monolito más grande del planeta, después del Peñón de Gibraltar, en España, y el Pan de Azúcar, de Brasil. El de Querétaro se formó hace millones de años, cuando una chimenea volcánica redujo su energía y lava del interior. Esta condición, junto con factores climatológicos, hizo posible el tamaño y características de esta peña.
Lo mejor es que la Peña no es un simple adorno, sino que los visitantes pueden recorrer sus veredas hasta donde la condición lo permita o el mismo terreno se vuelva vertical. Desde las alturas se pueden mirar los valles y las montañas, así como el pueblo.
Otros lugares que visitar en Bernal:
* Museo de la Máscara
* Templo de San Sebastián Mártir